Tratamientos herbales para reducir los síntomas de las várices
Tratamientos externos para las várices:
- Hojas frescas de uva (infusión o pasta para compresas).
- Hojas frescas de lila (aplicar como envoltura, asegurándolas a la pierna durante un día).
- Compresas de suero de leche aplicadas durante la noche; enjuagar con agua fría por la mañana.
- Hojas trituradas de castaño de Indias como compresa; las flores frescas del castaño son aún más efectivas pero tienen poca duración.
- Rodajas de tomate rojo maduro aplicadas sobre los nódulos varicosos durante 3–5 horas.
- Hojas de col blanca como compresa.
- Paños empapados en vinagre de manzana, aplicados sobre las venas inflamadas, envueltos con una toalla, y mantenidos durante 30 minutos a 1 hora.
- Aplicar aceite de cedro sobre las venas.
- Masajear las piernas con una tintura de hojas de kalanchoe durante 3–4 meses.
- Usar tinturas de brotes de abedul para nódulos dolorosos y de flores de acacia blanca para reducir el engrosamiento de las venas.
Tratamientos internos para las várices:
- Consumir nueces de cedro, berenjenas, uvas rojas y nuez moscada con miel (1 cucharadita de nuez moscada molida en una taza de agua hirviendo, dejar reposar, agregar 1 cucharada de miel y beber dos veces al día en ayunas).
- Infusión de hojas de avellano (1 cucharada de hojas por una taza de agua hirviendo, dejar reposar toda la noche, beber medio vaso 30 minutos antes de las comidas, tres veces al día).
- Tintura de flores o frutos triturados de castaño de Indias (50 g de materia prima en 0.5 L de vodka; dejar reposar 2 semanas y tomar 30–40 gotas tres veces al día).
- Infusión de hojas de ortiga (una taza dos veces al día durante un mes).
- Própolis (4–5 g tres veces al día, masticándolo lentamente una hora antes de las comidas).
Baños de pies para tratar las várices
Realizar baños de pies 2–3 veces por semana durante 20–30 minutos a una temperatura de 35–37°C, con un curso de 15 sesiones. Estos baños alivian el dolor en las piernas y tienen un efecto calmante.
- Baños de salvia (250 ml de extracto de salvia por 10 litros de agua).
- Baños con decocción de corteza de roble o sauce.
- Baños con decocción de gnaphalium uliginosum (100 g de hierba por 5 litros de agua hirviendo, dejar reposar 10 horas).
- Baños de ajo (machacar ajo, envolver en gasa, hervir durante 5 minutos en 2 litros de agua, diluir con 4 litros de agua. Alternar entre agua caliente y fría: 2 minutos en caliente, 30 segundos en fría. Repetir durante 20 minutos, terminando con agua fría. Realizar una vez por semana).
- Baños de sal (20 minutos a 36–38°C, día por medio).
- Una ducha fría con un chorro de agua fuerte (como masaje) desde los dedos hasta la mitad del muslo durante 5 minutos diariamente.
Dieta para las várices
Las vitaminas C y P (rutina, citrina) son esenciales para las venas, ya que restauran la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos, fortalecen los capilares y reducen su fragilidad. Incluir alimentos ricos en estas vitaminas:
- Vitamina C: aronia, escaramujo, grosellas negras, bayas de saúco negro, pimientos rojos, cítricos, rábano picante, espino amarillo, perejil y eneldo.
- Vitamina P: grosellas, aronia, trigo sarraceno, cáscaras blancas de cítricos, frambuesas, moras, arándanos, cerezas, uvas, albaricoques, avellanas, espino amarillo, higos, ensaladas verdes, perejil, cilantro, col, tomates y pimientos.
Los vegetarianos encontrarán esta dieta especialmente sencilla. Para quienes incluyen proteínas animales, combinen carnes con abundantes verduras y hortalizas frescas. Los mariscos son especialmente beneficiosos, como mejillones, calamares, camarones y algas marinas, que contienen elastina para fortalecer las paredes de los vasos y reducir el riesgo de deformación.
Hirudoterapia para las várices
La terapia con sanguijuelas es un remedio comprobado para las várices. La enzima hirudina, liberada durante la mordida de las sanguijuelas, mejora el tono y la elasticidad de los vasos, diluye la sangre, activa la circulación capilar, repara tejidos dañados, reduce la inflamación vascular y disuelve coágulos. Es eficaz tanto para las várices como para sus complicaciones.
Terapia con picaduras de abejas para las várices
La apiterapia (terapia con veneno de abejas) también puede tratar las várices, pero no es adecuada para todos, especialmente debido a la prevalencia de alergias. Las picaduras de abejas causan alergias con más frecuencia que las mordidas de sanguijuelas. Siempre priorice la seguridad y comience con una exposición mínima para probar la tolerancia.
