Este remedio ralentiza el desarrollo de células oncogénicas en cualquier etapa, y con un curso prolongado, puede eliminarlas por completo del cuerpo.
El propóleo es una sustancia resinosa que las abejas recolectan de yemas de árboles, flujos de savia u otras fuentes botánicas. Las abejas utilizan el propóleo para sellar pequeños huecos en la colmena, reforzar los panales y proteger la colonia de amenazas externas como bacterias y hongos. El propóleo se ha utilizado tradicionalmente con diversos fines medicinales y contiene una mezcla de cera de abejas, aceites esenciales y compuestos bioactivos.
Hay varios métodos populares para tratar el cáncer con propóleo:
- El propóleo se puede tomar en su forma pura, consumiendo de 3 a 5 veces al día, de 5 a 7 gramos de la sustancia cada vez. Se recomienda tomar propóleo 1 hora antes de las comidas, masticándolo cuidadosamente.
- El propóleo se puede tomar en forma de aceite al 15%. Para prepararlo, hierva 1 kg de mantequilla sin sal. Retire del fuego y agregue 160 gramos de propóleo purificado y triturado a la mantequilla derretida. Revuelva bien durante media hora hasta que se enfríe por completo, convirtiéndolo en una masa homogénea. Tome este remedio antes de las comidas, de 3 a 5 veces al día, 1 cucharada cada vez. Mezcle media cucharada de leche o suero con cada cucharada al tomar.
- Para uso externo, se utiliza una pomada de propóleo. Para hacerla, tome 10 gramos de polvo de amanita (esporas del hongo amanita común) como base y mézclelo con 10-15% de aceite de propóleo caliente (100 gramos). Después de enfriar, esta pomada anti-tumoral se utiliza en forma de compresas.
Un inconveniente del tratamiento con propóleo puede ser el riesgo de desarrollar alergia a los productos de las abejas.