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Quiste de la Glándula Salival: Tratamiento con Remedios Caseros

Cuando la función de las glándulas salivales se ve alterada, los conductos salivales se obstruyen, lo que a su vez impide que la saliva entre en la cavidad oral. El primer síntoma de esta condición suele ser la aparición de hinchazón en la glándula salival.

Diversos problemas pueden alterar la función normal de las glándulas salivales. Un quiste de la glándula salival es uno de estos problemas, que surge por trauma, infecciones bacterianas (como la sialadenitis), infecciones virales (como las paperas, citomegalovirus, VIH, virus de Epstein-Barr, etc.) o la formación de un cálculo salival que bloquea la salivación. Algunos niños nacen con quistes congénitos de la glándula parótida, a menudo relacionados con patologías en la formación de los oídos durante el desarrollo fetal.

Un quiste aparece como un bulto blando que suele interferir con el habla o la alimentación.

Tratamiento de los Quistes de las Glándulas Salivales con Remedios Caseros

Si el quiste es causado por cálculos, el tratamiento debe comenzar con su eliminación. Se pueden aplicar compresas tibias de aceite o alcohol en el área del quiste. Chupar caramelos ácidos durante períodos prolongados también puede aumentar la producción de saliva.

Si el quiste resulta de una infección, el primer paso es eliminar la infección que lo causó. Las infecciones bacterianas solo pueden tratarse médicamente con un curso de antibióticos.

Si las medidas anteriores no son suficientes, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para eliminar el cálculo o la glándula afectada. La cirugía se indica generalmente cuando los quistes han alcanzado tamaños significativos. Para la sequedad bucal, enjuagar con infusiones de hierbas como manzanilla, caléndula y menta, y beber agua mineral puede ser útil. Sin embargo, también son necesarios los tratamientos médicos prescritos por un doctor.

La cavidad oral puede tratarse con una solución débil de bicarbonato de sodio (0,5 cucharaditas de bicarbonato por vaso de agua). Además, se puede utilizar una solución débil de permanganato de potasio (de color rosa claro). Se prescriben antibióticos simultáneamente.

Si el proceso ha alcanzado una etapa purulenta, se inyecta un agente antimicrobiano en el tejido de la glándula salival y su conducto. En casos graves, nuevamente es necesaria la cirugía para eliminar el pus, seguida de tratamiento antiséptico y drenaje.

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