El ajo es un producto único conocido por su amplia gama de propiedades. Se utiliza ampliamente tanto en delicias culinarias como con fines terapéuticos y preventivos. Los avances en la medicina han fundamentado científicamente los beneficios del ajo para el cuerpo humano y han revelado nuevas áreas de su aplicación. Como resultado, el ajo ahora se considera uno de los alimentos que pueden ayudar en la pérdida de peso. Por ejemplo, me sorprendió mucho saber que el ajo se puede usar para perder peso, aunque tiene mucho sentido…
En latín, el ajo se conoce como Allium sativum, que es fonéticamente similar a una de las principales sustancias activas del ajo. Cuando un diente de ajo se aplasta o se corta con un cuchillo o prensa, el aminoácido aliína se combina con la enzima aliinasa. Esta reacción química produce la sustancia alicina, que es responsable del sabor picante del ajo y de sus propiedades curativas. Gracias a la alicina, el ajo se usa ampliamente para prevenir y tratar infecciones bacterianas y fúngicas, ya que esta sustancia tiene efectos bactericidas y fungicidas dirigidos. Además de destruir los microbios y hongos ya presentes en el cuerpo, la alicina tiene un potente efecto inmunomodulador, ayudando al cuerpo a resistir infecciones durante las epidemias estacionales.
Además de las cualidades bien conocidas que hacen del ajo un remedio probado para prevenir y tratar los resfriados, también tiene un efecto beneficioso sobre el sistema cardiovascular gracias a la alicina. Y es precisamente gracias a la alicina que el ajo ahora se utiliza ampliamente para perder peso. Entonces, ¿cómo funciona esta sustancia?
Cómo el ajo ayuda a perder peso
- En el cuerpo humano, la alicina se une inmediatamente con los glóbulos rojos, liberando sulfuro de hidrógeno, lo que reduce la presión arterial sobre las paredes de los vasos, ayudando así a eliminar la hipertensión arterial (presión arterial alta). Por lo tanto, el ajo es un remedio popular indispensable y accesible para combatir la hipertensión.
- Además, la alicina afecta directamente la composición lipídica de la sangre, específicamente los niveles de triglicéridos y colesterol total.
- La alicina reduce el nivel de colesterol malo mientras aumenta el nivel de colesterol bueno. Esta normalización del metabolismo lipídico promueve la pérdida de peso y previene la acumulación de peso excesivo.
- ¡Y eso no es todo! Varios estudios han confirmado el impacto destructivo del ajo sobre las placas ateroscleróticas y los coágulos sanguíneos. Esto significa que tanto el ajo crudo como los preparados sintéticos a base de alicina pueden usarse no solo para la prevención, sino también para el tratamiento de la aterosclerosis.
- Otra propiedad notable de la alicina es su capacidad para reducir los niveles de insulina en la sangre, lo que, como es bien sabido, dificulta la pérdida de peso. En resumen, el ajo tiene un efecto directo en la quema de grasa. Sin embargo, el ajo para perder peso es más probable que funcione normalizando el metabolismo del cuerpo.
Cómo usar correctamente el ajo para perder peso
Para lograr resultados notables usando ajo para perder peso, es necesario combinar el consumo regular de ajo con una dieta baja en calorías y actividad física. ¡Y entonces, también puede que quieras usar ajo para rejuvenecer tu cuerpo!
La dosis óptima de ajo es de 1-2 dientes antes de la cena. Puedes consumir ajo gradualmente, aumentando de uno a seis dientes por día y luego reduciendo la cantidad en el orden inverso. Recuerda que la alicina se forma en el ajo triturado y pierde sus propiedades durante el tratamiento térmico.
Sé cauteloso y escucha a tu cuerpo: es posible que tengas alergia o intolerancia a este producto. No debes usar ajo para perder peso si tienes:
- gastritis,
- úlceras estomacales o duodenales, y
- otras enfermedades gastrointestinales que requieren evitar alimentos picantes,
- enfermedades cardiovasculares,
- enfermedades renales,
- anemia.