El aneurisma es una condición de salud extremadamente peligrosa en la que las paredes de las venas y arterias se abultan. El mayor peligro de esta enfermedad radica en el hecho de que casi siempre se desarrolla en silencio, a menudo sin causar ningún malestar al paciente.
El aneurisma solo se puede detectar en sus etapas iniciales mediante examen de rayos X y ecografía. La inspección visual, desafortunadamente, no revela nada. En las etapas posteriores del desarrollo del aneurisma, se reconoce por síntomas, así como a menudo como resultado de un examen superficial tradicional. Después de que se confirma el diagnóstico, deben tomarse medidas apropiadas de inmediato, ya que la etapa final de la progresión de la enfermedad es la ruptura de los vasos sanguíneos (arterias, venas), sangrado intenso y un resultado fatal.
Hay cuatro tipos principales de aneurismas: aneurisma aórtico, aneurisma cardíaco, aneurisma vascular cerebral y aneurisma vascular periférico. Las causas de los aneurismas están invariablemente relacionadas con el tipo de enfermedad. Estos pueden incluir desviaciones patológicas, traumas, infecciones, tabaquismo y complicaciones de enfermedades previamente experimentadas.
Síntomas de un aneurisma
En primer lugar, es necesario saber que el aneurisma es una enfermedad que no está «atada» a grupos de edad específicos de personas. Puede desarrollarse en un niño así como en una persona mayor. Reconocer un aneurisma en un bebé es bastante problemático. Un niño puede vivir con él durante años sin sentir limitaciones. En las manos y los pies, un aneurisma se reconoce por venas abultadas en exceso con característicos «nudos». Estos nudos son coágulos, y cuanto más tiempo progresa la enfermedad, más pronunciados se vuelven.
Además, un aneurisma se manifiesta con dolores de cabeza regulares, pupilas dilatadas, debilidad y entumecimiento.
Tratamiento de aneurismas con remedios populares
Infusión de consuelda. Receta: infusionar dos cucharadas de hierba de consuelda con un vaso de agua hirviendo, dejar reposar y colar. Tomar de 4 a 5 veces al día, una cucharada cada vez.
Infusión de espino. Cuando se trata de tratar un aneurisma aórtico con remedios populares, la infusión de espino se convierte en una de las opciones más simples y efectivas. Para su preparación, necesitarás: cuatro cucharadas de bayas de espino secas y trituradas, y tres tazas de agua hirviendo. Preparación: infusionar el espino con agua hirviendo y dejar reposar. Tomar un vaso de la infusión tres veces al día antes de las comidas.
Infusión de eneldo. Preparación: infusionar una cucharada de eneldo seco con un vaso de agua hirviendo y dejar reposar. Tomar en partes iguales tres veces al día.
Infusión de saúco: agregar una cucharada de hierba de saúco seca a 250 ml de agua hirviendo y dejar reposar. Tomar una cucharada al día. Preparación de la decocción: agregar una cucharada de raíz de saúco a una taza de agua hirviendo, cocinar a fuego lento durante 15 minutos y colar. Tomar dos cucharadas al día.
Decocción de elecampana, milenrama y flores de árnica montana. Preparación: tomar una parte de árnica, cuatro partes de elecampana y tres partes de milenrama, secar y triturar. Preparación: infusionar una cucharada de la mezcla con un vaso de agua fría, dejar reposar durante unas tres horas, luego poner al fuego y hervir durante cinco minutos después de hervir. Tomar en partes iguales durante el día.
