El hígado es un órgano humano cuya mínima alteración en sus funciones puede poner en riesgo la vida.
Esto se debe principalmente a su multifuncionalidad. Neutraliza toxinas, almacena vitaminas, sintetiza hormonas y enzimas, guarda una reserva de sangre, produce bilis —sin la cual la digestión es imposible—. Uno de los métodos más eficaces para prevenir enfermedades hepáticas es seguir una dieta especial y consumir productos que favorezcan su funcionamiento sin interrupciones.
Estigmas de maíz para el hígado
La utilidad de los estigmas de maíz en enfermedades del hígado y la vesícula biliar ya ha sido clínicamente probada. Disminuyen el nivel de bilirrubina en la sangre, reducen la viscosidad de la bilis y mejoran su flujo.
Propiedades:
-
Actúan como colerético y diurético.
-
Aumentan la secreción de bilis.
-
Ayudan a eliminar cálculos pequeños de las vías biliares.
-
Previenen y tratan la aterosclerosis al reducir el colesterol.
-
Funcionan como hemostático y diurético en cálculos renales y edemas.
Decocción: 1 cucharadita de estigmas en 1 vaso de agua caliente, al baño maría 30 minutos. Colar, enfriar. Tomar 1–3 cucharadas cada 3–4 horas antes de comer.
Infusión: 2 cucharadas de estigmas picados en 1 vaso de agua hirviendo, reposar 30 minutos, colar. Tomar 1/3 vaso 3 veces al día antes de comer.
Cúrcuma para regenerar células hepáticas
La cúrcuma es muy eficaz para el tratamiento y prevención de enfermedades hepáticas y de las vías biliares. La curcumina, responsable de su color amarillo, posee múltiples propiedades medicinales.
Receta 1: 0,25 cucharadita de cúrcuma en 1 vaso de agua, añadir 1 cucharada de miel, esperar 5 minutos, beber. 3–4 veces al día.
Receta 2: Licuar 1 cucharadita de cúrcuma, 2 cucharadas de anacardos y 1 vaso de leche. Beber 1 vez al día.
Ajo – un remedio universal
Consumir ajo aumenta la eliminación de colesterol y ácidos grasos a través de la bilis, estimula la secreción hepática y previene la acumulación de grasa alrededor del hígado.
Receta: Cortar 2 dientes de ajo en láminas finas, poner en un vaso de agua toda la noche. Beber por la mañana. Reemplazar el ajo y repetir para la noche. Continuar durante 1 mes. Resultado: normalización de los análisis.
Avena para el hígado
Este cereal ayuda a limpiar el organismo de sustancias nocivas acumuladas. El hígado, al filtrar la sangre, no solo elimina toxinas, sino que también la enriquece con enzimas útiles.
Gachas de avena: Cocer 1 vaso de avena en 1 litro de leche o agua con azúcar y sal, a fuego lento hasta espesar. Añadir mantequilla y servir con miel o frutas secas.
Kéfir/gelatina de avena: Hervir granos en agua, colar, volver a cocer hasta espesar. Puede endulzarse.
Decocción de avena: Hervir 150 g de avena en 1,5 L de agua 20 min, dejar reposar 3 h, colar. Tomar 2 semanas.
Infusión: Triturar 1 cucharada de granos, verter 1 litro de agua hirviendo, envolver, reposar 12 h. Tomar 2 vasos antes de las comidas, 3 veces al día. Curso: 2 meses.
⚠️ Atención: revisar contraindicaciones antes de usar avena.
5 superalimentos para el hígado
Remolacha: elimina grasas, regenera células hepáticas. Puede comerse cruda en ensalada o en jugo combinado con zanahoria (proporción 1:10).
Zanahoria: rica en vitamina A, limpia conductos biliares, antiinflamatoria, aunque en exceso puede sobrecargar el hígado.
Calabaza: restaura hepatocitos, limpia toxinas, previene su muerte celular, mejora el metabolismo. Se puede comer cruda, cocida o en jugo fresco.
Caqui: contiene vitamina C y fibras que bloquean la absorción del colesterol y toxinas, además de azúcares naturales beneficiosos.
Alforfón (trigo sarraceno): rico en flavonoides, elimina grasa de las células hepáticas y las protege de daño.
Bayas de Goji (Dereza): eliminan grasa, contienen galactolípido, que protege las células hepáticas de toxinas y mantiene articulaciones sanas. ⚠️ Se destruye con altas temperaturas.
Otros remedios de la medicina popular
-
Miel con canela: mezclar 0,5 L de miel con 2 cucharadas de canela. Tomar 2 cucharadas antes de las comidas 4–5 veces al día. Alivia el dolor hepático.
-
Cabellos de maíz: preparar como té, beber en lugar de café o té. Curso: 6 meses.
-
Infusión de hongo Chaga: beber 1 vaso 2 veces al día antes de las comidas. Curso 2–3 meses con pausas.
-
Zumo de bardana: recolectar hojas en mayo, triturar y exprimir. Tomar 1 cucharada antes de las comidas durante 1 semana, descansar otra y repetir. Recomendado incluso tras hepatitis.