En la medicina del antiguo Oriente, el lino se utilizaba como un agente suavizante y limpiador. El lino es una fuente de vitaminas y minerales, fibra y proteína vegetal completa. El lino es una hierba cultivada anual con una raíz corta de color amarillo-blanco. Tiene un solo tallo, que alcanza hasta cien centímetros de altura. La inflorescencia es paniculada, con flores azules y pedicelos largos.
Las semillas de lino son de aproximadamente siete milímetros de largo, con una forma ovalada. En la medicina tradicional, se recomienda el uso de semillas de lino para la tos, como antitusivo y expectorante. También se utilizan comúnmente para la colitis y el estreñimiento, como laxante.
Las semillas molidas (dos cucharaditas) se diluyen en un vaso de agua hirviendo, luego se infusionan durante diez minutos y se beben tres veces al día después de colar. El lino se usa a menudo en la medicina tradicional para limpiar los riñones. Se vierte una cucharadita de semillas de lino en un vaso de agua, luego se hierve y se cuela, y el cocimiento resultante se consume en un día, medio vaso cada dos horas. Para úlceras en la cabeza y tumores duros, se hacen cataplasmas de lino. Las heridas abiertas se espolvorean con semillas tostadas molidas para aliviar la picazón y el dolor, y secar la herida.
En el tratamiento de la diabetes, el lino se incluye en una mezcla digestiva en la medicina tradicional, junto con vainas de frijol, paja de avena y hojas de arándano en proporciones iguales. La infusión se toma media taza con las comidas, tres veces al día.
Para la diarrea severa, se usa un enema: una cucharada de semillas de lino se vierte con medio vaso de agua y se cocina a fuego lento durante quince minutos, luego se cuela. En la comida, las semillas de lino se utilizan en forma de molido grueso y se beben con abundante agua. Se pueden mezclar con mermelada o miel en una proporción de 1:1. Es muy beneficioso usar semillas de lino como complemento en ensaladas de verduras, gachas, productos de repostería casera o productos lácteos a cinco gramos por día, con una duración máxima del tratamiento de dos meses.
El lino en la medicina tradicional tiene contraindicaciones: tuberculosis activa, trastornos agudos de la secreción intestinal, colecistitis (en caso de síndrome de dolor), sobredosis en el tratamiento, y no debe usarse para cataplasmas en caso de sangrado o heridas abiertas. Las semillas de lino se consideran un potente inmunomodulador. Para fortalecer el sistema inmunológico: las semillas finamente molidas (tres cucharaditas) mezcladas con azúcar o miel (una cucharadita) se dan a los niños tres veces al día, una cucharadita cada vez.
Para el tratamiento de la artritis, se utilizan compresas de lino. Las semillas de lino fuertemente calentadas en una sartén se empaquetan en una bolsa de tela gruesa y se aplican regularmente en las articulaciones doloridas. El aceite de lino, preparado por prensado en frío, tiene un alto valor biológico y se usa ampliamente en la medicina tradicional. Este aceite se usa para tratar enfermedades cardiovasculares, hígado, intestinos, hipertensión, glándula tiroides, en la prevención de accidentes cerebrovasculares y para normalizar la secreción del estómago. Tiene propiedades rejuvenecedoras y de cicatrización de heridas, y aumenta la potencia en los hombres. En la alimentación, este aceite se usa en frío: en guarniciones, ensaladas y mezclado con miel.
En general, el lino se utiliza extensa y ampliamente en la medicina tradicional debido a su disponibilidad generalizada.