Un perro, por más amigo del ser humano que sea, sigue siendo un animal. Puede ser bastante fuerte, impredecible y, dependiendo de la situación, muy agresivo. Por naturaleza, posee instintos depredadores. En la mayoría de los casos, como demuestra la práctica, las víctimas provocan a los perros para que ataquen. Con sus potentes mandíbulas bien desarrolladas y dientes afilados, un perro puede causar graves heridas desgarradas, lesiones severas e incluso resultados fatales. Por lo tanto, incluso al interactuar con una mascota doméstica, siempre se debe actuar con precaución y cuidado deliberado. Incluso jugando, un perro puede causar heridas o morder.
Riesgos de las Mordeduras de Perro
Incluso las lesiones menores o mordeduras de perro pueden conllevar riesgos de varias infecciones virales, como Haemophilus, Enterobacteriaceae, Streptococcus, Neisseria, Klebsiella y Staphylococcus (como el Staphylococcus aureus). Sin embargo, la enfermedad más peligrosa es la rabia. Retrasar o descuidar la atención médica tras una mordedura de perro u otro animal puede conducir a un rápido desarrollo de la rabia y, en última instancia, a la muerte.
En casos de mordeduras en la cabeza, cuello o manos, y sin vacunaciones a tiempo, la enfermedad puede desarrollarse en un plazo de diez días. Las mordeduras en las extremidades inferiores podrían no mostrar síntomas hasta pasados tres meses. Sea cual sea el lugar de la mordedura, se recomienda buscar atención médica de inmediato y recibir una vacuna antitetánica. La herida debe lavarse cuidadosamente durante al menos cinco minutos con agua y desinfectantes.
Remedios Caseros para Mordeduras de Perro
Existen también remedios caseros para tratar mordeduras de perro. La herida puede lavarse con agua mezclada con permanganato de potasio, solución salina o tinturas de vinagre y equinácea. Para evitar que la herida se reseque en exceso, se debe tratar la superficie con aceite de nuez, que también puede ingerirse tres veces al día, una cucharada a la vez.
Los remedios caseros pueden aplicarse inmediatamente después de la mordedura, como vendajes antisépticos hechos con miel. Una mezcla de cúrcuma y miel aplicada sobre la herida tiene excelentes propiedades curativas y desinfectantes. Del mismo modo, se puede aplicar una pasta hecha con ajo o cebolla finamente triturados mezclados con miel. Otro remedio efectivo se puede preparar mezclando partes iguales de nuez, sal y cebolla. Espolvorear la herida con polvo de asafoetida favorece una rápida cicatrización.
Otro tratamiento eficaz consiste en beber una infusión de flores de Helichrysum (siempreviva) —una cucharada cuatro veces al día durante las horas de vigilia. La ortiga salada, aplicada sobre la mordedura, reduce el dolor, desinfecta y acelera la curación. Consumir al menos cuatro dientes de ajo al día ayuda a desinfectar el cuerpo, mientras que los alimentos ricos en vitamina C favorecen una recuperación más rápida. Las hojas trituradas de Filipendula (ulmaria) aplicadas directamente sobre la herida también tienen excelentes propiedades curativas.
Precauciones para Niños
A pesar de la eficacia de estos remedios, cualquier niño mordido por un perro doméstico, incluso si está vacunado, debe ser llevado al médico de inmediato y recibir las vacunas necesarias contra el tétanos. El sistema inmunológico de un niño es especialmente vulnerable a los virus peligrosos. Por lo tanto, los padres deben actuar rápidamente y contactar con los servicios médicos de emergencia para recibir atención inmediata, donde se administrarán desinfectantes y tratamientos de acción rápida. No arriesgue la vida de los niños—siempre busque ayuda médica profesional.