Tratamiento Efectivo de la Sepsis
La sepsis (del griego sepsis, que significa «putrefacción») es una condición inflamatoria causada por la entrada de agentes infecciosos en el torrente sanguíneo. En la mayoría de los casos, la sepsis es una complicación de un proceso inflamatorio existente, como una infección en una herida. Los patógenos comunes incluyen neumococos, estafilococos y Escherichia coli. Su desarrollo está asociado con un sistema inmunológico debilitado debido a cirugías, enfermedades graves, malnutrición o pérdida significativa de sangre.
Tipos de Sepsis
La fuente de la infección puede originarse en una supuración de heridas. Los tipos más comunes de sepsis incluyen:
- Sepsis quirúrgica: Surge de complicaciones en condiciones purulentas locales.
- Sepsis obstétrica-ginecológica: Ocurre después de abortos o partos complicados.
- Urosepsis: Se desarrolla debido a infecciones urinarias o estancamiento, lesiones o procesos purulentos en el sistema genitourinario.
- Sepsis oral: Relacionada con infecciones agudas o crónicas en la cavidad bucal.
- Sepsis umbilical: Ocurre en recién nacidos debido a procesos purulentos en los vasos y tejidos alrededor del área del ombligo.
Síntomas
La sepsis presenta varios síntomas dependiendo de su forma, que puede ser aguda, subaguda o crónica:
- Sepsis subaguda: Al principio se parece a la forma aguda (fiebre alta), pero después de unos días, la temperatura disminuye y la condición del paciente mejora. Durante la recuperación, pueden aparecer erupciones cutáneas, con una duración total de varias semanas.
- Sepsis aguda: Comienza rápidamente con fiebre alta de hasta 40 °C durante una semana. Los síntomas incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, respiración rápida y posibles erupciones cutáneas llenas de pus. En algunos casos, en lugar de erupciones, la piel adquiere un aspecto marmóreo. La conciencia del paciente puede volverse nublada rápidamente.
- Sepsis crónica: Se caracteriza por ondas de exacerbación y remisión parcial. A menudo está asociada con afecciones como leptomeningitis, endocarditis infecciosa y neumonías recurrentes.
Según los especialistas, el curso clínico puede ser fulminante, crónico, subagudo o agudo. Los síntomas también pueden ser leves debido al uso generalizado de antibióticos, que han alterado la virulencia de los patógenos. El diagnóstico distingue entre síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, sepsis y shock séptico.
Tratamiento
La farmacología moderna utiliza antibióticos para tratar infecciones bacterianas. Se realizan análisis de laboratorio para identificar patógenos específicos, junto con la desinfección de los focos de infección y terapia de infusión.
Los remedios tradicionales pueden complementar el tratamiento al purificar la sangre infectada. Algunas recetas incluyen:
- Infusión de hierbas
Mezcla 2 cucharadas de ortiga, raíz de bistorta y zumaque de cuero (Cotinus coggygria). Vierte una taza de agua hirviendo sobre la mezcla, déjala reposar durante varias horas, cuela y añade 1 cucharadita de miel. Bebe 100 ml cada 2-3 horas durante una semana. - Infusión de bayas y salvia
Usa 2 cucharadas de hojas de mora, fresa y salvia. Vierte una taza de agua hirviendo, déjala reposar durante 2 horas y toma 100 ml 2-3 veces al día. - Aceite de raíz de equinácea
Pica finamente 500 g de raíces de equinácea y sumérgelas en 2,5 litros de aceite de girasol no refinado durante 40 días. Cuela y consume 1 cucharada tres veces al día con intervalos de dos horas. Este remedio está contraindicado para mujeres embarazadas y personas con tuberculosis, leucemia o esclerosis. - Jugo de bayas y ortiga
Mezcla partes iguales (100 ml) de jugo de bayas ácidas y jugo de hojas de ortiga. Bebe una vez al día antes del desayuno durante 20 días. - Infusión de raíz de diente de león
Añade 1 cucharada de raíz de diente de león en polvo a 400 ml de agua hirviendo. Déjala reposar durante 2 horas y toma 100 ml por la mañana durante 7 días.
Nota Importante
Siempre consulta con un médico antes de usar remedios tradicionales. Esto asegura la tolerancia individual, un diagnóstico correcto y previene interacciones adversas con otros medicamentos.