Muchas personas conocen esta enfermedad, comúnmente llamada fiebre labial. Sin embargo, las antiestéticas ampollas no son causadas por un resfriado, sino que son manifestaciones del virus del herpes.
Una vez en el cuerpo, el virus puede permanecer inactivo durante mucho tiempo. Sin embargo, durante períodos de inmunidad debilitada debido a enfermedades virales u otras, o durante el embarazo en mujeres, el herpes se reactiva y se manifiesta como formaciones de ampollas en los labios, cerca de la nariz o en los genitales externos.
Estas formaciones causan enrojecimiento, picazón y son altamente contagiosas; no deben tocarse. Además, durante los brotes, es necesario prestar especial atención a las reglas de higiene personal.
El herpes es difícil de curar; las ampollas pueden convertirse en culebrilla, acompañadas de fiebre alta y grupos de ampollas que rodean el torso a lo largo de los nervios intercostales. Además de medicamentos antivirales, la medicina moderna recomienda aplicar ungüento de oxolina o verde brillante en las ampollas.
Uno de los remedios caseros más conocidos es consumir grandes cantidades de papas, que contienen sustancias con efectos antivirales potentes.
Para detener la enfermedad al principio, un aminoácido llamado lisina, presente en la leche, pescado, huevos, frijoles y papas, puede ayudar.
El herpes responde bien al tratamiento con aceites ricos en fitoncidas naturales. Una mezcla de aceites de geranio, eucalipto y bergamota (cuatro gotas de cada uno) añadida a dos y media cucharaditas de aceite base puede ser útil. Esta mezcla se almacena en una botella de vidrio oscuro, se agita antes de usar y se aplica en las áreas afectadas. Después de la aplicación, evite la exposición al sol durante 30 minutos. Otro remedio incluye mezclar diez gotas de aceite de tomillo o árbol de té, dos cucharaditas de tintura de lavanda y cuatro cucharadas de agua.
Se puede preparar una pomada con una parte de jugo fresco de caléndula y cuatro partes de vaselina, o partes iguales de polvo de caléndula y vaselina.
Otra receta interesante implica aplicar algodones empapados en Valocordin sobre las ampollas.
Un método altamente efectivo es usar cerumen para tratar las áreas afectadas. En uno o dos días, los pacientes informan un alivio significativo.
El ajo es otro remedio poderoso. Cinco veces al día, se aplica una pasta de ajo envuelta en un paño sobre las ampollas durante 15 minutos. Alternativamente, se puede frotar jugo fresco de ajo o un diente de ajo cortado en las llagas. También se puede mezclar dos dientes de ajo picados con dos cucharadas de yogur natural, una cucharadita de harina de trigo, miel y café, mezclando todo en una pasta para aplicar en las lesiones.
En verano, las ramas de frambuesa pueden ayudar debido a su contenido de polifenol, que inhibe el virus. Las ramas lavadas y finamente picadas se aplican en las ampollas durante unos 20 minutos, hasta cuatro veces al día.
Si las ampollas son causadas por hipotermia, la sal de mesa regular puede ayudar. Algunos granos de sal aplicados periódicamente en el área afectada pueden reducir los síntomas.
El jugo de aloe vera es otro tratamiento efectivo. Aplique jugo fresco en las ampollas y beba una cucharadita de jugo de aloe antes de las comidas como medida preventiva. Dado que el jugo de aloe es amargo, se puede mezclar con miel para mejorar el sabor.